9.2.07


Debido a su gran superficie y a la peculiar distribución de su territorio, Salta posee una gran diversidad de relieve y paisaje. A lo largo de su superficie se presentan mesetas, valles, quebradas, llanuras y montañas.
Al oeste, la Puna, meseta ubicada a unos 3800 metros sobre el nivel del mar, la que se inicia al norte en la provincia de Jujuy. En el límite con Chile se encuentran algunas de las elevaciones montañosas más importantes, pertenecientes a los Andes.
También hacia el este, en la denominada Cordillera Oriental, se encuentran varias cumbres que, en algunos casos, se aproximan y en otros, sobrepasan los 6000 metros de altura. Estos cordones encierran valles y quebradas. En los primeros, se encuentran las principales zonas agrícolas y las concentraciones de población de mayor significación.
Al sur, la provincia presenta los encadenamientos de la Cordillera salto-jujeña, los que se enlazan con las Sierras Pampeanas representadas por las cumbres Calchaquíes.
En la parte este se encuentran las últimas elevaciones del sistema Subandino, de menor altura que las anteriores.
En dirección oeste-este, el territorio salteño se ve surcado por varios ríos, alimentados de los deshielos que se producen en sus nacientes montañosas y en muchos casos, de las precipitaciones. Se destacan el río Pasaje o Juramento y el río Bermejo que nace en Bolivia. Tanto el río Itiyuro como el Horcones y el Urueña, dado su escaso caudal -de carácter temporario-, sólo tienen importancia local, en función de obras realizadas para su aprovechamiento.

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